Yo exijo mi derecho a la movilidad en el transporte público de Cali

Por: Ana Erazo

Foto: Zona Pública

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La ciudad de Santiago de Cali se ha paralizado. Miles de personas, entre pequeños transportadores, sus ayudantes, sus familias y usuarias y usuarios del Sistema Integrado de Transporte Masivo MIO, ya cansados y cansadas de una política de monopolio y privatizadora sobre el transporte urbano, y de un precario servicio de movilidad, decidieron ir a paro y poner un “stop” en el transcurrir normal de una ciudad que tiende a colapsar social y económicamente por su desarrollo neoliberal.

Pero para entender la problemática, es necesario ir un par de décadas atrás. En Cali, desde finales de la década del 90 se consolida un modelo de movilidad basado en el sistema integrado de transporte masivo, fiel copia de Curitiba en Brasil y Bogotá en Colombia. Fue así como desde la Alcaldía de Apolinar Salcedo (2004-2007), se implementa la política urbana Sistema Integrado de Transporte Masivo – MIO (SITM – MIO), cuyo objetivo era modernizar la forma en cómo se venía desplazando la comunidad caleña que ya se consideraba obsoleto, reducir tiempos de desplazamiento, y aportar beneficios ambientales y económicos, como la reducción de tarifas[1].

Desde su implementación, esta política urbana ha tenido varios inconvenientes. Primero las irregularidades en licitaciones y contrataciones público – privadas, pasando por la sobreelevación de presupuestos, la desnacionalización del sistema en accionistas privados, y por último, la puesta en marcha de un sistema que no llegaba a todas partes de la ciudad, lo cual en aquel tiempo (2009) podría ser normal porque apenas se inauguraba.

Foto: Zona Pública

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Sin embargo, han pasado ya 5 años y las expectativas de mejorar la movilidad no se concretan. Contrario a ello, el SITM MIO retrasa los tiempos de desplazamiento urbano, posee una tarifa costosa para el bolsillo de la comunidad caleña, no cuenta con la infraestructura necesaria para mover el porcentaje de personas usuarias del transporte público, y no llega a todos los rincones de la ciudad. Y aun siendo evidentes estas problemáticas por parte de las y los usuarios y hasta los mismos transportadores, los accionistas privados del SITM MIO, pretenden monopolizar la forma de movilizarnos, suprimiendo otras empresas de transporte público y pretendiendo que sólo el MIO sea quien transporte a la comunidad caleña.

Quizás son muchas las molestias que ha generado el SITM MIO a la comunidad caleña, entre ellas que su infraestructura fue construida con dineros de sus impuestos, y que quienes se lucran hoy son inversionistas privados, características propias de la ciudad neoliberal. Pero tal vez lo que más molesta es que no cumplen con sus objetivos y contrario a ello pretenden acaparar la movilidad, sacando de circulación a los pequeños transportadores y obligando a quienes no usan el masivo por razones propias de descontento, su uso.

Foto: Zona Pública

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Es por ello que el pasado 19 de marzo de 2014, un gran número de personas entre transportadores, sus ayudantes y sus familias, así como usuarios y usuarias del MIO, salieron a bloquear las vías como forma de expresar su inconformidad y explicarle a los y las caleñas que si les chatarrizan sus buses habría más desempleo en la ciudad. La movilización que cobró la vida de un manifestante por parte de la policía, es una expresión de la exigencia del derecho a la ciudad, del derecho a un empleo digno, y a una movilidad eficiente y eficaz y ajustada a la economía caleña.

Hoy Santiago de Cali vuelve a la normalidad, pero con la advertencia de que la comunidad caleña está inconforme, y que no permitirá que el modelo neoliberal continúe  despojando su derecho a participar de la construcción de una ciudad digna para todos y todas. Hoy exigen su derecho a la movilidad en el transporte público y con otras formas alternativas, como la bicicleta.

 

 

[1] http://www.mio.com.co/index.php/es/infraestructura

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